Los adolescentes están ocupados tratando de entender los cambios físicos que les están sucediendo, así como los cambios en sus emociones y, a veces, el mal humor o el deseo de tener el control pueden enojarlos. Al igual que otras emociones, la ira es perfectamente natural y no está bien ni mal sentirse enojado. Pero la forma en que se manifiesta nuestra ira puede ser dolorosa, aterradora y destructiva.
Puntos clave:
- Cuando los jóvenes tienen sentimientos fuertes, a menudo no pueden pensar con claridad ni escuchar razones. Lo que pueden necesitar es expresar sus sentimientos de manera segura y calmarse lo suficiente para resolver el problema.
- Conviértalo en su punto de partida para comprenderlos en lugar de una necesidad de ganar la discusión o hacer que se comporten. Escucha la melodía, no las palabras
- Ayude a su adolescente a determinar cómo se sentía, qué necesitaba, qué puede hacer para expresar esos sentimientos en el futuro y obtener lo que necesita sin lastimarse a sí mismo ni a los demás.
Al igual que el dolor, la ira en sí misma puede tener una función importante para decirte que lo que está sucediendo no es aceptable y que algo debe cambiar. Sentirse enojado puede ser una señal de advertencia temprana de que no se están satisfaciendo necesidades importantes, un impulso para hacer cambios o una forma de mostrar a otras personas cómo nos sentimos. Puede ser difícil lidiar con las emociones fuertes que sientes cuando estás enojado. Sentir enojo y no expresarlo puede hacernos sentir impotentes e indefensos, puede enfermarnos (depresión o dolores y molestias). A veces, los adolescentes parecen presionarte demasiado y las discusiones y los conflictos resultantes se parecen un poco a las rabietas de la infancia. Cuando los jóvenes tienen sentimientos fuertes, a menudo no pueden pensar con claridad ni escuchar razones. Se inundan de emociones. Lo que pueden necesitar es expresar sus sentimientos de manera segura y calmarse para resolver el problema.
No lo tomes como algo personal
Es muy probable que la ira de su hijo adolescente a menudo se dirija hacia usted y que quiera que lo escuche y haga algo. Pero la mayor parte del tiempo están molestos o enojados por asuntos que tienen poco que ver contigo. La disputa podría haber comenzado por una discusión que tienen con un amigo en la escuela y pueden pensar que estás interfiriendo. Escuche y asuma la responsabilidad de las cosas que podrían desear de manera diferente a usted, pero no se moleste ni se enoje. Es importante no dejar que su ira se convierta en tu ira, ya que los sentimientos fuertes pueden ser contagiosos.
Escucha cuidadosamente
Conviértalo en su punto de partida para comprenderlos en lugar de una necesidad de ganar la discusión o hacer que se comporten. Escuche la melodía, no las palabras. Entonces, en lugar de escuchar ‘¡Te odio! ¿Por qué no me dejas en paz? escuchas, ‘Estoy realmente molesto, estoy tratando de arreglármelas solo y parece que no confías en mí’.
Al tratar de entender lo que realmente está pasando debajo de lo que están diciendo, puede ayudarlos a descubrir qué es lo que realmente sienten y qué es lo que necesitan. El simple hecho de escucharlos ayuda a bajar la temperatura emocional y puede devolverles el equilibrio. También puede ayudar nombrar lo que cree que su hijo podría estar sintiendo, por ejemplo, frente a un aparente grito de ira, puedes decir: ‘Suenas realmente frustrado o ‘Parece que te sientes asustado’. Al nombrar la emoción, puede ayudar a su hijo adolescente a determinar lo que quiere o necesita.
Espera a que termine la tormenta
Comprender los sentimientos y necesidades de su hijo adolescente y por qué actúa de la manera que lo hace no es lo mismo que condonar o aceptar algún comportamiento. Una vez que los haya calmado escuchándolos y restablecido el equilibrio entre pensamiento y sentimiento, puede establecer límites en su comportamiento mientras los ayuda a encontrar formas de resolver el problema. Así que podrías decir, ‘Me gustaría que encontraras una manera de lidiar con esto sin gritarme o dar portazos’. ¿Qué crees que te ayudaría?
Cuando se restablece la calma, debe reconocer los sentimientos fuertes y dolorosos que su adolescente ha estado experimentando. Ayúdelos a determinar cómo se sentían, qué necesitaban, qué pueden hacer para expresar esos sentimientos en el futuro y obtener lo que necesitan sin lastimarse a sí mismos ni a los demás.
A veces basta con reconocer y aceptar sus sentimientos y necesidades. Otras veces, es posible que necesite ayudar a su hijo adolescente a determinar qué es lo que va a hacer. Seguir adelante puede significar tener que aceptar que no hay nada que puedas hacer para cambiar una situación, pero siempre puedes cambiar la forma en que actúas o te sientes al respecto. Primero necesitas dejar que la oleada inicial de emociones se apague. Lo que a menudo bloquea cualquier avance es toda la ira que está volando alrededor.