Los niños pueden obtener mejores resultados en la escuela cuando sus familiares se interesan por su trabajo escolar.
Involucrarse en la educación de su hijo, incluso de la manera más simple, demuestra que le importa su vida escolar. A menudo, cuanto más apoyo tenga un niño en casa, más efectivamente aprenderá en la escuela. Cualquiera sea su estilo de vida o situación familiar, nunca es demasiado pronto o demasiado tarde para comenzar a ayudar a un niño a desarrollar una actitud positiva hacia el aprendizaje.
Ateneo School sabe que la falta de tiempo puede ser un factor que juega en contra en las familias ocupadas, pero hay formas de participar en la educación de su hijo sin sentirse abrumado. El involucrarse en la educación de su hijo puede darle metas mucho mayores e inspirarlo a hacer sus cosas lo mejor que pueda.
Ayudar a su hijo a sacar lo mejor de la escuela
Trate de alentar y mostrar aprecio por los logros de su hijo, ya sean grandes o pequeños, ya que esto puede ayudar a aumentar su confianza. Enséñeles habilidades básicas de organización y gestión del tiempo para que no se sientan abrumados con proyectos o tareas. Sea realista y evite presionar a su hijo al tener expectativas demasiado altas. Deje que su hijo se desarrolle a su propio ritmo, pero si tiene dudas, hable con su maestro.
Trate de dar retroalimentación en lugar de crítica, por ejemplo, diciendo «eso no pareció funcionar» en lugar de «se equivocó». Esto les ayuda a pensar en dónde se equivocaron y cómo pueden mejorar en el futuro, en lugar de simplemente sentirse como un fracaso.
Es posible que le resulte difícil comunicarse con la escuela o hablar con los maestros de su hijo, o pensar que no tendrán tiempo para usted. Pero descubrir más sobre su vida escolar y lo que están aprendiendo le muestra a su hijo cuánto le importa su educación. Y conocer la escuela y los maestros es la mejor manera de descubrir más.
Consejos para ayudarlo a mantenerse al día con lo que sucede en la escuela
- Asegúrese de que su hijo le entregue las cartas que se envían a casa.
- Esté atento a avisos y carteles para padres.
- Si puede, consulte el sitio web de la escuela.
- Intente llegar a los eventos.
- Si te preocupa algo, ve y hable con un maestro. Ellos querrán ayudar.
Apoyo fuera de la escuela
A menudo, a los padres les gusta presentar una variedad de intereses dentro y fuera de la escuela para que los niños tengan la oportunidad de explorar otros intereses que disfrutan. Aprendan juntos, hagan cosas juntos, visiten lugares interesantes, hablen sobre cosas que hayan visto en la televisión y alienten a sus hijos a hacer preguntas. Apoye su desarrollo de lectura teniendo libros, revistas y periódicos en el hogar y deje que su hijo los vea a usted y a otros miembros de la familia que los leen.
Cuando un niño llega a casa de la escuela, puede estar cansado, así que trate de no dispararle demasiadas preguntas a su hijo tan pronto como crucen la puerta. Pueden estar cansados o hambrientos y no tener ganas de hablar. Esté disponible para escuchar más tarde si quieren hablar.
Pensando por adelantado
La educación es más que solo matemáticas, inglés y ciencias. El talento de su hijo radica en el deporte, el arte, la música, el teatro, las computadoras o cualquier otra cosa, siempre puede ayudarlo a apuntar alto al aumentar su confianza:
- Anímelos a unirse a clubes o talleres extracurriculares después de la escuela.
- Dígale a su hijo lo orgulloso que está cuando le va bien.
- Deja que te escuchen alabando a otras personas.
- Hablen juntos sobre su futuro y el tipo de trabajo que creen que disfrutarían.
- Pídales que lo ayuden con las cosas en las que son buenos.
- Ayude a su hijo a encontrar a alguien a quien admirar; un pariente, amigo o celebridad.
Ayudar a su hijo a hacer nuevos amigos
Si su hijo está preocupado por hacer nuevos amigos o tiene problemas con un grupo de amigos existente, esto puede aumentar las ansiedades existentes que pueda tener en la escuela, o incluso puede ser la causa principal de sus preocupaciones.
Escuela y padres
Los jóvenes viven y aprenden en dos mundos: el hogar y la escuela. La forma en que los dos se conectan y se comunican puede marcar una enorme diferencia en cómo los niños aprenden a manejar en ambos lugares. Si los maestros, los padres y los jóvenes confían, escuchan y hablan entre ellos, es muy probable que se logre el objetivo final de ayudar a los niños a aprender y desarrollarse a su mejor capacidad.